C3BIO (.org)

Recursos de cosmética

CRATAEGUS MONOGYNA FRUIT

Origen y proceso de producción

Crataegus Monogyna, comúnmente conocida como espino albar, es una planta nativa de Europa, Asia occidental y África del Norte. Sus frutos, llamados también "baya de mayo", han sido utilizados durante siglos en la medicina tradicional por sus propiedades beneficiosas. En el contexto de la cosmética, se extrae el aceite de las semillas de la baya, el cual se convierte en un ingrediente valioso para productos de cuidado de la piel y el cabello.

Beneficios en Cosmética

El aceite de semillas de Crataegus Monogyna Fruit destaca por su riqueza en ácidos grasos esenciales, antioxidantes y vitaminas, especialmente vitamina E. Estos compuestos le confieren una serie de propiedades beneficiosas para la piel y el cabello:

  • Antioxidante: La presencia de antioxidantes, como la vitamina E, ayuda a combatir los radicales libres, protegiendo la piel del daño oxidativo causado por la contaminación y la radiación UV. Esto se traduce en una piel más saludable y con menos signos de envejecimiento prematuro.
  • Regenerante: El aceite de semillas de Crataegus Monogyna Fruit estimula la regeneración celular, favoreciendo la cicatrización de heridas y la reparación de la piel dañada.
  • Hidratante: Gracias a su contenido en ácidos grasos esenciales, este aceite ayuda a mantener la piel hidratada, fortaleciendo la barrera cutánea y previniendo la pérdida de humedad.
  • Calmante: Tiene propiedades antiinflamatorias y calmantes, lo que lo hace ideal para aliviar irritaciones, rojeces y enrojecimientos en la piel.
  • Fortalecedor del cabello: El aceite de semillas de Crataegus Monogyna Fruit también es beneficioso para el cabello, ya que ayuda a fortalecer el folículo piloso, previniendo la caída del cabello y promoviendo el crecimiento saludable.

Aplicaciones en Productos Cosméticos

Gracias a estos beneficios, el aceite de semillas de Crataegus Monogyna Fruit se está incorporando en una amplia gama de productos cosméticos, desde cremas faciales, sérums y aceites corporales, hasta champús y acondicionadores. Su versatilidad y eficacia lo hacen un ingrediente compatible con fórmulas destinadas a mejorar la apariencia y salud de la piel y el cabello.