LIPPIA CITRIODORA FLOWER/LEAF/STEM OIL
¿Qué es el aceite de Lippia citriodora?
El aceite de Lippia citriodora, también conocido como aceite de hierbabuena cidria, es un aceite esencial obtenido de las flores, hojas y tallos de la planta Lippia citriodora. Originaria de América del Sur, esta planta ha sido utilizada durante siglos en la medicina tradicional por sus propiedades terapéuticas y aromáticas.
Origen y producción
El aceite de Lippia citriodora se obtiene mediante destilación al vapor de las partes aromáticas de la planta. La producción de este aceite esencial se concentra principalmente en países como Argentina, Brasil y Paraguay, donde la planta crece de forma silvestre y es cultivada de manera sostenible.
Beneficios en cosmética
El aceite de Lippia citriodora ha ganado popularidad en el mundo de la cosmética debido a su rica composición química, que incluye compuestos como citral, geraniol, limoneno y carvona. Estos compuestos le confieren una serie de propiedades beneficiosas para el cuidado de la piel y el cabello:
- Aromaterapéutico: Su aroma fresco y cítrico tiene propiedades relajantes y estimulantes, lo que lo hace ideal para productos destinados a promover el bienestar emocional.
- Antioxidante: Ayuda a combatir los radicales libres, protegiendo la piel del daño oxidativo causado por la contaminación y la radiación UV. Esto se traduce en una piel más joven y con menos signos de envejecimiento prematuro.
- Antimicrobiano: Su capacidad para combatir bacterias y hongos lo convierte en un ingrediente valioso en productos destinados a mejorar la salud del cuero cabelludo y en tratamientos contra el acné.
- Repelente de insectos: El alto contenido de citral en el aceite de Lippia citriodora lo hace eficaz como repelente natural de insectos, protegiendo la piel de picaduras y enfermedades transmitidas por ellos.
Aplicaciones en productos cosméticos
Gracias a estos beneficios, el aceite de Lippia citriodora se está incorporando en una amplia gama de productos cosméticos, desde cremas faciales, lociones corporales y perfumes, hasta champús y acondicionadores. Su versatilidad y eficacia lo hacen un ingrediente compatible con fórmulas destinadas a mejorar la apariencia y salud de la piel y el cabello.