PELARGONIUM GRAVEOLENS FLOWER OIL

Origen y producción

El aceite de flor de Pelargonium Graveolens, también conocido como aceite esencial de geranio, se extrae de las flores y hojas de la planta Pelargonium graveolens. Esta planta pertenece a la familia Geraniaceae y es originaria de Sudáfrica, aunque actualmente se cultiva en diferentes partes del mundo, como Egipto, Marruecos y Francia.

Beneficios en Cosmética

El aceite de flor de Pelargonium Graveolens es muy apreciado en el mundo de la cosmética por sus múltiples beneficios para la piel y el cabello. Estos beneficios se deben a su rica composición en compuestos bioactivos, como citronelol, geraniol y linalol.

Equilibrante: Ayuda a regular la producción de sebo en la piel, lo que lo hace ideal para pieles grasas o mixtas. También puede ayudar a calmar la piel irritada y reducir la inflamación.
Regenerante: Favorece la regeneración celular y la cicatrización de heridas, lo que lo hace útil en el tratamiento de cicatrices, estrías y marcas.
Antioxidante: Protege la piel del daño oxidativo causado por los radicales libres, ayudando a prevenir el envejecimiento prematuro y a mejorar la elasticidad de la piel.
Repelente de insectos: El aceite de flor de Pelargonium Graveolens tiene propiedades repelentes de insectos, lo que lo hace ideal para productos destinados a proteger la piel de picaduras y mosquitos.

Aplicaciones en Productos Cosméticos

Gracias a sus beneficios, el aceite de flor de Pelargonium Graveolens se utiliza en una amplia variedad de productos cosméticos, como cremas hidratantes, lociones corporales, aceites para el cabello y productos para el cuidado de la piel. También se utiliza en perfumería por su agradable aroma a rosas y geranios.

Consideraciones

Aunque el aceite de flor de Pelargonium Graveolens es generalmente seguro para la mayoría de las personas, se recomienda realizar una prueba de parche antes de usarlo por primera vez para asegurarse de que no se produzca una reacción alérgica. Además, se debe evitar su uso durante el embarazo y la lactancia, ya que puede afectar al sistema hormonal.